jueves, 19 de noviembre de 2015

Barbaridades de hace unos años.

Con todo el jaleo montado con los comisionistas en la contratación pública, los públicos (políticos), principalmente, he estado rumiando sobre las declaraciones de los implicados o salpicados sobre las acusaciones hacia ellos vertidas y los argumentos esgrimidos contra estas y poner cuatro líneas por aquí.

Uno de ellos, el principal o, quizás, el único ha sido el de la impecabilidad en la tramitación de los contratos. Mi primera reacción fue una media sonrisa recordando mis inicios en el "gremio" (que poco me gusta esta palabra) de la contratación pública, como un simple auxiliar administrativo.

No sé si esa palabra, la impecabilidad, tiene el mismo significado para quien la pronunció y para mí, pero me temo que no. Eso me hizo echar la vista a diez, doce años atrás.

viernes, 24 de julio de 2015

La factura electrónica y los viejos usos, trituradores de árboles.

Esto es una entrada breve sobre lo absurdo de los viejos usos y costumbres.

Estamos en la vorágine de la facturación electrónica en la Administración Pública, con lo que comporta de adaptación a la nueva forma de trabajar para todo el mundo tanto empresas y Administración: el dejar de usar el papel, el recepcionar las facturas de otro modo, como conformar las facturas por parte de la unidad solicitante del servicio, como fiscalizar las facturas para poder realizar el pago, como archivarlas junto con expedientes que todavía son físicos...

Bueno, pues al hilo de los viejos usos y la factura electrónica, nos encontramos que la Intervención que ha de fiscalizar nuestras facturas electrónicas ha decidido que para proceder a autorizar el pago necesita, como no es menos, documentación relativa a la factura para satisfacer el pago del servicio prestado o del material suministrado, pero que esa documentación ha de ser entregada en PAPEL. Esto quiere decir, que toda la documentación generada mediante documentos en formato .pdf ha de ser impresa y entregada para poder autorizar el pago. En lugar de utilizar las aplicaciones por las que se generan y comprobarlo y no tener que imprimir nada, o de solicitar que se genere un único documento en formato .pdf con todos los documentos y poder comprobar que todo es correcto.

Pero claro, todo esto es resultado de ir implantando la administración electrónica a trocitos y, encima, empezando por el tejado. 

martes, 2 de junio de 2015

Una odisea TICtánica.

Llevo tiempo con ganas de escribir cuatro cosas sobre las TIC y la administración pública. Algo basado en mi propia experiencia, en la que estoy sufriendo en estos momentos.

Con el último cambio de gobierno, con cambio de color político incluido, se estableció una nueva política TIC, se supone que para un mayor impulso.

No voy a ir de listo, y realizar una crítica fundada en la lectura y análisis de los pliegos de los numerosos lotes que conformaron el nuevo cuerpo contractual en materia TIC, por que no lo leí, por desinterés (mal hecho) y por incapacidad comprensiva, que deriva en cierto modo del desinterés, puesto que mi formación tecnológica, básicamente autodidacta, da para lo que da. Nota: intentar ahora conseguir esa información por los canales públicos que debieran, es harto complicada, por no decir imposible, lo busqué pero no lo encontré.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Contra natura.

Tengo esto bastante abandonado, hace un año que no escribo nada, pero se debe a que el nivel de trabajo es tan bajo que no da ni para sorpresas. Cosas de presupuestos de supervivencia.
En esta ocasión vengo a reflexionar sobre otra de las decisiones sin sentido que se toman a la hora de controlar la asistencia, que no el rendimiento, al lugar de trabajo. Es la obligación de recuperar el tiempo utilizado en visitas médicas cuando se haga fuera del horario de permanencia obligatoria, de 9 a 14 horas.