viernes, 9 de julio de 2021

El espejismo de apartar las piedras del camino.

Con ese título, ¿de qué se puede hablar? Pues de los contratos basados en acuerdos marco. 

Lo primero la sinceridad, si es que tiene algún valor, la premisa de estas cuatro líneas es una interpretación, basada en la intuición y en el error sobre procedimientos de contratación al que pueden llevar este tipo de procedimientos.

Estos procedimientos son como autopistas recién inauguradas para los políticos, ven en ellas la manera más rápida de llegar a su fin, el que sea. Sobre todo si, como en Alemania (no sé si todavía es así), no hay límites de velocidad. Con dos o tres llamadas, se acelera el procedimiento cuando intervienen terceros (nuestra amada intervención).

Pero claro, esto es un espejimo dentro del inabarcable universo de la contratación pública. Para circular por una autopista, primero hay que hacerla, y eso son los acuerdos marco y el resto de procedimientos de racionalización de la contratación (pero de estos no uso). Mi más sincero y enorme agradecimiento a todos aquellos que los construyen y nos facilitan la vida. 

El problema es que en el día a día tenemos los procedimientos ordinarios. Nuestras carreteras comarcales recién inauguradas, de piso firme pero con ese trazado sinuoso y lleno de intersecciones. 

¿Por qué es un espejismo? Porque puede deslumbrar a quien, recién instalado en su silla y con el poder decisorio, puede crearse la falsa sensación de que contratar es rápido y fácil, que no hace falta una previsión excesiva para llegar a adjudicar un contrato.

Pues esta es la situación en la que me hallo, que el nuevo amo del despacho crea que todo el monte es orégano y no lo es.

Sinceramente, espero estar completamente equivocado. Pero ya conocemos las prisas de los que quieren darse a conocer.