jueves, 13 de mayo de 2021

¿Egoísmo, miopía o incapacidad?

La entrada será (debería serlo) corta. Ha sido un momento de "curiosidad" respecto a como se estructuran las carpetas de un servicio dentro de las carpetas comunes que tenemos en línea.

El hecho es que escuchando a un par de compañeros donde tenían ubicada cierta información, he decidido submergirme en el explorador de carpetas para comprobar lo que he escuchado. Y, siendo cierto lo que he escuchado, me parece delirante.

La carpeta en cuestión se titula "Carpeta X_Y". Sí, carpeta, como si el icono de color amarillo que inunda el explorador de windows diese a equívoco. X e Y son los nombres de los compañeros. Por tema de protección de datos, los he anonimizado (¿sarcasmo o ironía?). De repente, mis ojos ha acabado postrados en otra carpeta con una identificación similar. En este caso solo es "Y_Z", los nombres de uno de os anteriores y un tercero.

Esto que parece una trivialidad y algo superfluo, creo que condensa algunos de los problemas de la Administración Pública:

  • Jeraquización absurda.
  • Personalismo y creencia de la imprescindibilidad.
  • Falta de formación en temas de informática.
  • Información cautiva.
  • Orden y sentido común.
Siendo carpetas correspondientes a una competencia determinada de una parte del servicio, en las que interactúan estas tres personas (quizás el superior jerárquico acabe accediendo, lo ignoro), no veo el sentido de crear dos (lo del orden y el sentido común).

La jerarquización está implícita en la existencia de dos carpetas que van destinadas al personal ordenado segúnla jerarquía. Aquí se podría añadir el tema de la imprescindibilidad, que la gente se cree que solo ella puede hacer esa tarea y nadie más, por eso para qué identificar la carpeta con un nombre que pueda ayudar a terceros, en caso de tener que buscar una información sin tener que recurrir a los tres implicados.

El hecho de poner el nombre propio remarcando el hecho de propiedad, de casi caciquismo, de "este es mi cortijo, no oseis asomar el hocico". Cuando tu paso, como el de cualquier funcionario, es circunstancial, como el de cualquier ser humano sobre la superficie de la tierra. Igualmente, esta manera de nombrar la carperta supone una manera de encriptar la información, tenerla cautiva, no sea que alguien se apropia, vete tú a saber con qué aviesas intenciones, según sus elucubraciones.

Al final, esto se ha alargado. Parece una tontería, pero hay vicios ocultos y vanidades excesivas. Esperemos que algún días podamos expiar este tipo de pecados veniales.