viernes, 24 de julio de 2015

La factura electrónica y los viejos usos, trituradores de árboles.

Esto es una entrada breve sobre lo absurdo de los viejos usos y costumbres.

Estamos en la vorágine de la facturación electrónica en la Administración Pública, con lo que comporta de adaptación a la nueva forma de trabajar para todo el mundo tanto empresas y Administración: el dejar de usar el papel, el recepcionar las facturas de otro modo, como conformar las facturas por parte de la unidad solicitante del servicio, como fiscalizar las facturas para poder realizar el pago, como archivarlas junto con expedientes que todavía son físicos...

Bueno, pues al hilo de los viejos usos y la factura electrónica, nos encontramos que la Intervención que ha de fiscalizar nuestras facturas electrónicas ha decidido que para proceder a autorizar el pago necesita, como no es menos, documentación relativa a la factura para satisfacer el pago del servicio prestado o del material suministrado, pero que esa documentación ha de ser entregada en PAPEL. Esto quiere decir, que toda la documentación generada mediante documentos en formato .pdf ha de ser impresa y entregada para poder autorizar el pago. En lugar de utilizar las aplicaciones por las que se generan y comprobarlo y no tener que imprimir nada, o de solicitar que se genere un único documento en formato .pdf con todos los documentos y poder comprobar que todo es correcto.

Pero claro, todo esto es resultado de ir implantando la administración electrónica a trocitos y, encima, empezando por el tejado.