miércoles, 23 de enero de 2013

Omertà administrativa

Los últimos acontecimientos habidos en la administración en la que trabajo, me han llevado a acuñar este término, derivado de una actitud muy extendida en la Administración pública, el silencio.
No tiene nada que ver con la forma jurídica del silencio administrativo, que da o quita, según la conveniencia de la propia administración, sino a la costumbre de callar y guardar como oro en paño, como el tesoro de los incas, la información, que el mínimo sentido común, haría que fluyese como el Orinoco al Atlántico. Pues no, esta se queda atascada en las presa de las Tres Gargantas, estancada hasta que se libera por pura necesidad.