miércoles, 23 de enero de 2013

Omertà administrativa

Los últimos acontecimientos habidos en la administración en la que trabajo, me han llevado a acuñar este término, derivado de una actitud muy extendida en la Administración pública, el silencio.
No tiene nada que ver con la forma jurídica del silencio administrativo, que da o quita, según la conveniencia de la propia administración, sino a la costumbre de callar y guardar como oro en paño, como el tesoro de los incas, la información, que el mínimo sentido común, haría que fluyese como el Orinoco al Atlántico. Pues no, esta se queda atascada en las presa de las Tres Gargantas, estancada hasta que se libera por pura necesidad.
Una vez hecha la entrada lírica, vamos al tema, tratado someramente, puesto que no hace falta un análisis en profundidad, y con el ejemplo, creo, queda todo dicho.
La cuestión es que recientemente, con un cambio de gobierno, se decidió cambiar, casi subvertir la gestión del modelo TIC de toda la administración. En este cambio, se pasa de un modelo descentralizado (departamento y organismos autónomos contrataban partiendo de unos acuerdos marco) que cada responsable gestionaba adecuándose a las necesidades de cada organización. Actualmente, el modelo se ha centralizado y se han realizado unas contrataciones de gran volumen económico, para intentar generar unas mayores economías de escala. 
Una vez introducido el tema, vamos a su concreción "calabresa". Este cambio ha generado una serie de cambios en el modelo de gestión TIC de cada organización, así, en el pasado, toda la gestión la llevaban dos tipos de empresas: las que se ocupaban de los servicios TIC comunes (administración de redes, programario, maquinaria, atención al usuario...) y las que se ocupaban de la creación y mantenimiento de aplicaciones concretas ligadas a las competencias concretas de cada ente. El modelo actual conlleva que los servicios comunes se hayan troceado, con lo que pasamos de una empresa a dos o tres, sin contar con la que lleva el tema de la coordinación de todas ellas (¡Oh, sorpresa! las grandes consultoras).
Con el cambio del sistema de gestión, toda esa información ha caído en manos de los estamentos jerárquicos superiores de la administración, pero se ha quedado ahí, no se ha hecho ningún esfuerzo de comunicación para explicar este cambio, así que el trabajador, el funcionario continúa haciendo las cosas como antes, cuando ya no es así, por que el modelo ha cambiado, pero la omertà sigue actuando.
En la era de las TIC, mucha gente sigue considerando un ordenador una simple máquina de escribir.
PD.: de la subasta de la gestión TIC a ciertos monstruos empresariales, da para otro capítulo.

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