martes, 2 de mayo de 2017

Y la contratación electrónica era esto... (III)

Bueno, ya estamos en lo que los técnicos TIC llaman producción, o sea, que la herramienta en cuestión ya está operativa y en marcha para... poner unas fechas y subir unos pdf firmados electrónicamente... o no.

Primer balance, a la semana de estar en producción, por los hados de los bites, bytes y demás, mi usuario se halla en un limbo del cual no ha podido regresar. Consecuencia, no puedo acceder a la herramienta (mis compañeros, sí) y es como si esa nueva era se hubiese perdido en un universo paralelo o dentro de un agujero negro. O sea, que solo pude iniciar un expediente, con los datos básicos, que ha tenido que acabar una compañera. Desde entonces, espero a que los sufridos trabajadores (lo de sufridos, lo digo por sus precarias remuneraciones, no por las posibles soluciones aportadas) TIC intenten dar con el problema, solucionarlo y, por fin, cerrar este ciclo de entradas sobre mi experiencia en la contratación electrónica. De momento, las soluciones recibidas desde el servicio de atención al usuario están al nivel de la serie de televisión británica Los informáticos (The IT Crowd). Vamos, el típico "¿ha probado a reiniciar el equipo?"

Creo que mi problema desenmascara otro problema, el de las relaciones entre los diversos adjudicatarios de los diversos lotes de los servicios TIC. Cosa que va aparejada a la diseminación de todo lo relativo a la contratación pública en diversos organismos adscritos a diferentes consejerías.

¿La racionalidad y el sentido común? Deben flotar en el agujero negro o el universo paralelo, junto con mi usuario.

Pd.: nueve días después, seguimos igual. Un montón de correos y comunicación virtual y la solución no llega. Ni un técnico remoto, ni uno presencial. Total, la ley parece que no es de obligado cumplimiento. Seguimos esperando.

Pd. 2: al día siguiente de la postdata anterior, llegó la conexión. A partir de ahora, podré valorar con rigor la herramienta.

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